
Desayunar en casa como en tu cafetería favorita (sí, es posible)
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Hay días en los que uno se levanta con antojo de desayuno bonito. De esos que te sirven con mimo, en taza grande y con tostadas bien presentadas. La buena noticia es que no hace falta irse a una cafetería para tener esa sensación. Con un poco de intención (y cero prisas), puedes montar tu propio ritual en casa. Y no, no hace falta tener una cafetera de 500 euros.
Aquí van unos trucos que no fallan.
Crea el ambiente
Esto es lo primero que marca la diferencia. La mayoría de los desayunos de cafetería no son espectaculares por lo que comes, sino por cómo te lo sirven y cómo te sientes al tomártelo.
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Pon una canción suave. Algo instrumental o ese disco que siempre te relaja.
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Usa tu taza “buena”. La que tiene algo especial.
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Sírvelo bonito. Aunque solo sea un café con tostadas. Añade una servilleta chula, un poco de fruta, una ramita de menta si te animas. Parece una tontería, pero cambia el ánimo.
No hace falta montar un brunch de Pinterest, solo hacer las cosas con mimo.
Tu café merece atención
No hablamos de complicarte, sino de hacerlo con ganas. Aquí no hay reglas, pero sí unos básicos que ayudan:
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Si tienes molinillo, muele justo antes de prepararlo. El aroma lo cambia todo.
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¿Qué método te gusta? ¿Prensa francesa? ¿Cafetera italiana? Elige el que te dé paz.
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Usa agua buena. Sí, la del grifo va bien, pero si tienes agua filtrada, se nota.
Y una recomendación importante: no subestimes la taza. Una buena taza de cerámica mantiene la temperatura, no quema las manos y convierte un café normal en algo especial. Es lo que tienen las tazas de Tazzeri: están pensadas justo para esto.
El desayuno, sencillo pero bien hecho
No necesitas ser chef. Una tostada bien hecha, con ingredientes de verdad, ya marca la diferencia. Aquí te dejo una receta que suelo repetir mucho porque nunca falla:
Tostada de aguacate con huevo poché
Vas a necesitar:
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2 rebanadas de pan de masa madre
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1 aguacate maduro
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2 huevos
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Vinagre (opcional)
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Limón, sal, pimienta
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Aceite de oliva
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Y si te apetece: semillas, tomate seco o copos de chile
Paso a paso:
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Tuesta el pan hasta que quede crujiente.
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Machaca el aguacate con un poco de limón, sal y pimienta.
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Haz el huevo poché: calienta agua sin que hierva, añade un chorrito de vinagre, remueve con una cuchara para formar un remolino y echa el huevo con cuidado. Tres minutos y listo.
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Monta: pan, aguacate, huevo. Chorrito de AOVE por encima y toppings si te animas.
¿Lo mejor? Te lo puedes montar en menos de 15 minutos y te sientes como si te lo hubieran preparado en tu cafetería favorita.
Disfrútalo sin prisa (aunque tengas prisa)
Lo importante no es el desayuno en sí, sino el momento. Incluso si solo tienes 10 minutos, intenta no mirar el móvil, no abrir el correo. Solo tú, tu taza, y ese ratito de calma. Ya te pelearás con el mundo después.
Lo que cambia el día no es solo lo que comes, sino cómo lo haces
Recrear esa sensación de desayuno especial en casa no tiene por qué ser complicado. A veces, basta con elegir bien tu taza, poner música suave y servirte algo con cariño. En Tazzeri creemos justo en eso: en desayunos con intención, que empiezan bien desde el primer sorbo.